Nuestra familiadisfrutó recientemente de varios días de la hospitalidad sureña de una amiga enPigeon Forge, Tennessee. Desde su casa se pueden observar las montañas que son parte de la cordillera llamada SmokeyMountains. Las tales pueden seradmiradas desde su portal. La escena me recordó el Salmo 121:1,2: “Alzarémis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová,Que hizo los cielos y la tierra.”
También fuimos deleitados cuando observábamos a los colibríes
volar desde el comedero para pájaros a sus árboles favoritos. Estábamos bienalimentados también – ¡con la deliciosa cocina del sur, con sus granos,salchichas, galletas, y salsas!
Me sentí alimentado espiritualmente también cuando
escudriñé los libreros de nuestra anfitriona repletos de referencias y recursosbíblicos. Un libro clásico me llamó la atención: El Progreso de la Doctrina en el Nuevo Testamento. En sus páginasse encuentran las Disertaciones Bampton que T. H. Bernard ofreció en las Conferenciasde Oxford del año 1864. Me sorprendiógratamente que este estudioso no sólo enseñó las doctrinas de la gracia de Diosen Cristo, sino que también desafió a sus oyentes a aplicar estas verdades asus propias vidas. Bernardidentificó la importancia de los textos tales como 1 Corintios 1:30: “Mas porél estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Diossabiduría, justificación, santificación y redención;”.
Escucha su advertencia acerca de este tema: “Esto no
es una declaración de la doctrina, sino el resumen de una vida. Seguramentedebo preguntar, ¿es esta una vida que estoy viviendo ahora? [En el NuevoTestamento] veo una siempre presente conciencia de estar en Cristo, y un hábitode ver todas las cosas en El. ¿Debo no mirar hacia abajo en mi propio corazón ypreguntar si mi propia vida interior tiene esta característica? Déjame aceptarnada a cambio de esto. Los hombres demandan que yo viva de acuerdo a misdeberes y la verdad; en la pureza y en el amor. Hacen bien, pero el Evangeliolo hace mejor, llamándome a vivir en Cristo, encontrando en Él el disfrute detodo lo que pudiese poseer, y la realización de todo lo que yo pudiese ser enEl “. (P. 184, 185)
Haríamos bien en convertir en nuestra la aplicación de Bernard.
¿Es nuestro conocimiento de Cristo y su doctrina únicamente una disposición quese debe exponer, o una realidad que se debe vivir? Jesús no es sólo una fuentede enseñanza y un ejemplo a seguir, ¡Él es la fuente de vida del creyente!
Cristo resumió la esencia de nuestra relación personal con
Dios: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Diosverdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”. Pablo confirmó este objetivoen Filipenses 3:10: “a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, yla participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en sumuerte,”.
No te conformes con un
cristianismo que sólo consta de deberes y doctrinas; permanece en Cristo. Él vive para ser tu ayuda, tualimento espiritual, tu Salvador y tu vida.
Estamos muy
agradecidos por las preciosas verdades de Tu palabra, Señor. Limpiarnos de lospecados de omisión, cuando tenemos la verdad sin aplicarla. Anhelamos que no sólo creamos Tu doctrina, sino vivimospor ella en el poder de nuestro Salvador resucitado. En Su nombre, amen.
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De la Doctrina a
la ExperienciaPor John Woodward. Se concede permiso parareimprimir (con crédito) para uso no comercial. Citas de la Biblia fuerontomadas de la versión RVR 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina.Traducción de J A Toranzo.