NOTAS DE GRACIA: Las Garantías de Dios (Tercera Parte)
[Veamos cómo Dios – el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo – ha dado a los creyentes garantías especiales que nos alientan a confiar plenamente en él.]
Mi amigo, Troy, tiene grandes planes para una película cristiana que espera producir. Influenciado por su experiencia como actor, e inspirado por su propia experiencia en la fe, se sumergió en este proyecto y completó el guión. Él me confió el gran mensaje de la película y su potencial en esta generación mediática. La petición de oración de Troy hoy es para que los inversores sufraguen el costo del proyecto. Estos patrocinadores invertirían los fondos presupuestados. Con las finanzas garantizadas, el equipo técnico y el reparto serán contratados y la producción se movería hacia adelante [6].
Del mismo modo, Dios tiene planes especiales para tu vida, creyente. También ha garantizado los recursos necesarios para que te muevas hacia adelante en la vida cristiana.
3. El Espíritu Santo ha aportado garantías
Él es el Espíritu de Verdad
Como co-igual con Dios el Padre, el Espíritu Santo comparte atributos divinos que son verdaderos e inmutables. Uno de sus títulos es “el Espíritu de verdad. Cristo profetizó de Su venida para bautizar a los creyentes en un cuerpo: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (Juan 16:13; ver Juan 14:17, Hechos 1:8,9).
La veracidad del Espíritu de Dios da infalibilidad a la Biblia que Él inspiró: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,” (2 Tim. 3:16).
Su presencia es una promesa
Cuando una persona recibe al Señor Jesucristo como su Salvador personal, el Espíritu de Dios en Su gracia otorga un milagro que se manifiesta de varias maneras; el nuevo nacimiento. En la regeneración:
Él mora en ti como Su templo – (1 Cor. 6:19)
Te hace vivir espiritualmente – (Tito 3:5, 6)
Él derrama el amor divino en tu corazón – (Rom 5:5)
Él te sella para el día de la redención – (Efesios 4:30)
Él te unge para que entiendas las verdades espirituales – (1 Juan 2:27)
Él te bautiza en el cuerpo de Cristo – la Iglesia – (1 Cor. 12:13)
Las Escrituras identifican explícitamente la presencia del Espíritu Santo morando en nosotros como una garantía.
2 Corintios 1:21,22 declara “Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” La palabra griega traducida como “arras” aquí (arrhabon) significa: “un depósito; dinero que en las compras se da como promesa o pago inicial que garantiza que el importe total se pagará posteriormente.” [7] ¡En este contexto, al creyente se le asegura de que el depósito del Espíritu es la garantía de Dios a Sus redimidos de que en última instancia, la resurrección y glorificación les espera!
En Efesios esto se reafirma: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” (Efesios 1:13,14).
Cuando el Espíritu Santo vino a morar en ti como creyente, fuiste sellado por El. ¡Así como en los tiempos antiguos los documentos eran sellados con cera y un sello autorizado, igualmente el hijo de Dios está seguro, autentificado y protegido por el Espíritu de Dios!
Después de dar una conferencia de Grace Fellowship en Homer, Alaska, a mí y a mi esposa Linda se nos concedió un deseo peculiar. El pastor y su esposa (que solían practicar la pesca comercial) nos llevaron en su barco. Navegamos, saliendo por la Bahía Katchemac, disfrutando de la montañosa belleza y de las nutrias retozonas. En el puerto, me di cuenta de que los barcos estaban asegurados con cuerdas al muelle. Afuera, en la bahía, el ancla del barco puede ser usada para asegurar el barco en un lugar determinado, quizá para hacer algo de pesca. Por lo tanto, las cuerdas y el ancla del barco están disponibles para la estabilidad.
Del mismo modo, Dios nos ha dado garantías de seguridad espiritual a través de su carácter, así como sus garantías – “por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas,” (2 Pedro 1:4). Dios el Padre, el Hijo, y el Espiritu Santo, nos da un testimonio inquebrantable del Evangelio.
No deje que sus sentimientos, sus circunstancias, o los vientos de la filosofía post-moderna te distraiga de la confianza incondicional en Dios. En El tienes “un ancla del alma, segura y firme.”
Parte 3 de 3
Notas
[6] troykrombholz@gmail.com
[7] Léxico Griego de Thayer
Dedico estos artículos, Garantías de Dios, al Dr. Bill Gillham y Anabel, que fundaron el Ministerio de Garantía de por Vida en Fort Worth, Texas en 1976. Sus recursos (como el libro de Bill, Garantía de por Vida y su seminario de DVD, La Vida) siguen siendo una bendición para muchos.
Derechos de Autor de John B. Woodward, 2010. Se concede permiso para reimprimir (con crédito) para uso no comercial. Citas de la Biblia fueron tomadas de la versión RVR 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. Traducción de J A Toranzo