Manual Para Sobrevivir el Año Nuevo

NOTAS DE GRACIA: Manual Para Sobrevivir el Año Nuevo

Un manual para sobrevivir el Año Nuevo: Descubrimientos en el Diario de Robinson Crusoe

La película “Náufrago (Cast Away)”, relata una historia de supervivencia personal. Tom Hanks describe la odisea de Chuck Nolan, un ingeniero de FedEx que se convirtió en el único sobreviviente de un accidente de aviación en medio del Pacífico. Después de naufragar en la costa de una isla deshabitada, encontró de alguna manera suficiente alimentos y refugio para sobrevivir. La rigurosa situación, que duró cuatro años, puso al personaje a través de severas pruebas físicas, emocionales y espirituales. Sin embargo, incluso en sus momentos más solemnes, Nolan nunca indicó fe o recurrió a la oración. En su lugar, su imaginación se hizo amiga de “Wilson”, una pelota de voleibol que se convirtió en su compañera durante los años de soledad.

Siguiendo el tema de la supervivencia de los populares programas de tipo realistas, “Lost (Perdidos)” ha capturado una audiencia de TV de gran tamaño. Este drama muestra las dificultades que encuentran unos 50 viajeros que salen de los restos de un avión que se estrelló en una isla remota en el Pacífico.

No importa cuan atractivos sean estos ejemplos presentados por los medios de información, ellos revelan un vacío en nuestra cultura posmoderna. Sus valores humanistas se han desviado mucho de nuestra herencia cristiana.

Por el contrario, el sobreviviente del siglo XVIII presentado en el clásico de la literatura, Robinson Crusoe, manejó su terrible experiencia con una apertura a la verdad espiritual. [1] Crusoe encontró la esperanza y el aliento en la Biblia. Éstos son algunos extractos de la novela que demuestran el viaje espiritual de este perdido que se convirtió en un encontrado. Estos cuatro descubrimientos realizados en una isla desierta son un testimonio eterno de la supervivencia personal.

Descubrimiento 1: La vida se dignifica a través de la adoración.

Escribe Crusoe en su diario, “3 de julio… La fiebre pasó definitivamente aunque no recuperé todas mis fuerzas en varias semanas. Mientras reunía energías, pensé mucho en la frase “y te libraré” y la imposibilidad de mi salvación me impedía cultivar esperanza alguna. Pero, mientras me desanimaba con estos pensamientos, se me ocurrió que pensaba tanto en la liberación de mi mayor aflicción que no estaba viendo el favor que había recibido y comencé a hacerme las siguientes preguntas: ¿No he sido liberado, además, milagrosamente, de la enfermedad y de la situación más desesperada que puede haber y que tanto me asustaba? ¿Me he dado cuenta de esto? ¿He pagado mi parte? Dios me ha salvado pero yo no lo he glorificado, es decir, no me siento en deuda ni agradecido por esta salvación. ¿Cómo puedo esperar una salvación mayor? [2]

“Esto me conmovió el corazón e inmediatamente me arrodillé y le di gracias a Dios en voz alta por haberme salvado de la enfermedad”.


Descubrimiento 2: La vida es recibida a través de la salvación.

“4 de julio. Por la mañana cogí la Biblia y, comenzando por el Nuevo Testamento, me apliqué seriamente a su lectura. Me impuse leerla un rato todas las mañanas y todas las noches, sin obligarme a cubrir un número de capítulos específico sino obedeciendo al interés que me despertara la lectura. Al poco tiempo de observar esta práctica, sentí que mi corazón estaba más profunda y sinceramente contrito por la perversidad de mi vida pasada. Reviví la impresión que me había causado el sueño y las palabras ‘ninguna de estas cosas ha suscitado tu arrepentimiento’ resonaban fuertemente en mis pensamientos. Estaba rogándole fervorosamente a Dios que me concediera el arrepentimiento cuando, providencialmente, ese mismo día, mientras leía las escrituras me topé con las siguientes palabras: ‘Él es exaltado como Príncipe y Salvador para dar el arrepentimiento y el perdón’. Solté el libro y elevando mi corazón y mis manos, en una especie de éxtasis, exclamando: ‘¡Jesús, hijo de David, Jesús, tú que eres glorificado como Príncipe y Salvador, concédeme el arrepentimiento y el perdón!’

“Podría decir que era la primera vez en mi vida que oraba en el verdadero sentido de la palabra, pues lo hacía con plena conciencia de mi situación y con una esperanza, como la que se describe en Las Escrituras, fundada en el aliento de la Palabra de Dios. Desde este momento, puedo decir que comencé a confiar en que Dios me escucharía.

“Ahora empezaba a comprender las palabras mencionadas anteriormente, ‘invócame en el día de la angustia; Te libraré’, en un sentido diferente al que lo había hecho antes, porque entonces no tenía la menor idea de nada que pudiese llamarse salvación, si no era de la condición de cautiverio en la que me encontraba; pues, si bien estaba libre en este lugar, la isla era una verdadera prisión para mí, en el peor sentido. Mas ahora había aprendido a ver las cosas de otro modo. Ahora miraba hacia mi pasado con tanto horror y mis pecados me parecían tan terribles, que mi alma no le pedía a Dios otra cosa que no fuera la liberación del peso de la culpa que me quitaba el sosiego. En cuanto a mi vida solitaria, ya no me parecía nada; ya no rogaba a Dios que me liberara de ella, ni siquiera pensaba en ello, pues no era tan importante como esto. Y añado lo siguiente para sugerir a quien lo lea que cuando se llega a entender el verdadero sentido de las cosas, el perdón por los pecados es una bendición mayor que la liberación de las aflicciones.” [3]

Descubrimiento 3: La vida se aclara a través de las acciones de gracias.

En una entrada posterior en su diario, Crusoe expresó, “Había llegado la estación lluviosa del equinoccio de otoño. Guardé el 30 de septiembre con la misma solemnidad que el año anterior, pues era el segundo aniversario de mi llegada a la isla y no tenía más perspectivas de ser rescatado que el primer día. Dediqué todo el día a dar gracias humildemente por los muchos bienes que me habían sido prodigados, sin los cuales, esta vida solitaria habría sido mucho más miserable. Le di gracias a Dios con humildad y fervor por haberme permitido descubrir que, tal vez, podía sentirme más feliz en esta situación solitaria que gozando de la libertad en la sociedad y rodeado de mundanales placeres. Le agradecí que hubiese compensado las deficiencias de mi soledad y mi necesidad de compañía humana con su presencia y la comunicación de su gracia que me asistía, me reconfortaba y me alentaba a confiar en su providencia aquí en la tierra y aguardar por su eterna presencia después de la muerte.

“Ahora empezaba a darme cuenta de cuánto más feliz era esta vida, con todas sus miserias, que la existencia sórdida, maldita y abominable que había llevado en el pasado. Habían cambiado mis penas y mis alegrías, mis deseos se habían alterado, mis afectos tenían otro sentido, mis deleites eran completamente distintos de como eran a mi llegada a esta isla y durante los últimos dos años.

“Antes, cuando salía a cazar o a explorar la isla, la angustia que me provocaba mi situación me atacaba súbitamente y cuando pensaba en los bosques, las montañas y el desierto en el que me hallaba, me sentía desfallecer. Me veía como un prisionero encerrado tras los infinitos barrotes y cerrojos del mar, en un páramo deshabitado y sin posibilidad de salvación. En los momentos de mayor cordura, estos pensamientos me asaltaban de golpe, como una tormenta, y me hacían retorcerme las manos y llorar como un niño. A veces, me sorprendían en medio del trabajo y me obligaban a sentarme a suspirar, cabizbajo, durante una o dos horas, lo cual era mucho peor, pues si hubiese podido irrumpir en llanto o expresarme en palabras, habría podido desahogarme y aliviar mi dolor.”

Descubrimiento 4: La vida es enriquecida a través del gozo de la satisfacción.

“Pero ahora pensaba en cosas nuevas. Diariamente, leía la palabra de Dios y aplicaba todo su consuelo a mi situación. Una mañana que me sentía muy triste, abrí la Biblia y encontré estas palabras:’No te desampararé, ni te dejaré’. Inmediatamente pensé que estaban dirigidas a mí pues, ¿cómo si no, me habían sido reveladas justo en el momento en el que me lamentaba de mi condición como quien ha sido abandonado por Dios y por los hombres? ‘Pues bien -dije-, si Dios no me va a abandonar, ¿qué puede ocurrirme o qué importancia puede tener el que todo el mundo me haya abandonado, cuando pienso que la pérdida sería mucho mayor si tuviese el mundo entero a mi disposición y perdiese el favor y la bendición de Dios?’

“Desde este momento, comencé a convencerme de que, posiblemente, era más feliz en esta situación de soledad y abandono que en cualquier otro estado en el mundo. Con estos pensamientos le di gracias a Dios por haberme traído a este lugar.” [5]

Estos descubrimientos espirituales de Robinson Crusoe son de importancia en nuestro siglo XXI. En medio de todas las pruebas que puedas estar experimentando, no te quedes “perdido”, confiando en tu propia sabiduría y fuerzas. Puedes experimentar el rescate definitivo mediante la fe en Cristo. Debes encontrar la esperanza y la dirección en la Palabra eterna de Dios. ¡Prospera y sobrevive en el nuevo año!

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[1] La novela de Daniel Defoe se publicó en 1719 con el título completo de “La vida y Extrañas y Sorprendentes Aventuras de Robinson Crusoe.” Fue inspirada en las experiencias de Alexander Selkirk, que se había echado a la mar en 1704 y pidió que se le dejara en una isla desierta para ser rescatado cinco años mas tarde. [El texto completo de Robinson Crusoe se encuentra disponible en español en bibliotecasvirtuales.com.]

[2] Salmo 50:15

[3] Robinson Crusoe, Cáp. 3, página 4

[4] Hebreos 13:5

[5] Crusoe, Cáp. 3, páginas 11,12

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10

Información crítica de cine y TV de pluggedinonline.com. _________________________________________________________________________________

Derechos de Autor de John B. Woodward, 2005, 2010. Se concede permiso para reimprimir (con crédito) para uso no comercial. Citas de la Biblia fueron tomadas de la versión RVR 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. Traducción de J A Toranzo.

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