En cierta ocasión vi a una pareja caminando a la orilla del lago Ontario con patines de hielo, deseosos de disfrutar el invierno patinando sobre el hielo. Me sorprendí al verlos, porque pensé que no habíamos tenido el tiempo suficiente para llegar al punto de congelación necesario para dar al hielo el espesor requerido para patinar. ¡Para disfrutar del patinaje, debemos tener confianza en la fuerza del hielo! Del mismo modo, para progresar en la vida del discipulado se necesita tener la seguridad de la salvación personal – basada en la fuerza de las promesas de Dios.
El apóstol Pablo escribió: “…ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. (Fil. 2:12b, 13). A primera vista esto parece poner en peligro nuestra seguridad (¡Algo así como un traquido bajo nuestros patines de hielo!). ¿Qué significa “ocupaos en vuestra salvación”?
En primer lugar vamos a examinar lo que el verso NO enseña. No enseña que la salvación de la pena del pecado es un proceso que dura todo el largo de la vida. Considere la promesa de Jesús: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. (Juan 5: 24). Observe el tiempo pasado – “ha pasado”. El confiar en Cristo te coloca dentro de la familia de Dios por la gracia mediante la fe (de una vez y para siempre).
Jesús se refirió a esto como “el nuevo nacimiento”. Tal como le dijo al líder religioso Nicodemo, “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. (Juan 3:3). La vida cristiana es un proceso de maduración en la fe después del nuevo nacimiento, no un intento constante de alcanzar una posición correcta delante de Dios (1 Pedro 1:22-2:02).
Además, Pablo NO sugiere que nuestras obras tienen un papel meritorio en nuestra salvación. En el capítulo siguiente en Filipenses, hace hincapié en que “no tenemos confianza en la carne” (3:3). Después de enumerar sus credenciales de superioridad moral, Pablo declaró que él no contaba con eso para en algún modo obtener la vida eterna (3:8). Por el contrario, él confiaba plenamente en la redención de Cristo, “y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;” (Fil. 3:9).
Al comentar sobre Fil. 2:12, Oswald Chambers escribió: “Debes ocuparte con concentración y atención en aquello que Dios ha hecho; no obrar por tu propia salvación, pero OCUPARTE DE LA SALVACION QUE YA TIENES, mientras te basas firmemente en la fe inquebrantable en la completa y perfecta redención de nuestro Señor. ” (Lo Mejor de Mi Por Su Grandeza, 6 de junio)
Lo que Pablo hace es exhortarnos a comprobar nuestra fe personal en Cristo. Como Pablo advirtió a los corintios: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13:5). ¿Cómo podemos “examinarnos”?
1. Asegúrese de que usted ha confiado en el Señor Jesucristo como su Salvador (Romanos 10:9-10; Juan 1:12)
2. Crezca en la gracia y conocimiento de Cristo (2 Pedro 3:18). ¡Todos los seres vivos crecen! Como el apóstol Pedro aconsejó: “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. (2 Pedro 1:10).
Al demostrar la realidad de nuestra fe por el amor y las buenas obras, adquirimos una seguridad SUBJETIVA (subjetiva = basada en la experiencia personal, Santiago 2:14-26, 1 Juan 2:3). Nuestra garantía OBJETIVA (basada en la verdad de la proposición bíblica) se basa en las inagotables promesas de Dios. “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,” (Tito 1:2). “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.” (1 Juan 5:13).
Al confirmar tu compromiso con Cristo, debes saber que “Dios obra en vosotros tanto el querer como el hacer por su buena voluntad.”
Padre, utiliza estas Escrituras para animarnos a confirmar que nuestra fe es personal y genuina. Que podamos ganar la seguridad al descansar en las preciosas promesas de Tu Palabra. En el dulce nombre de Jesús, amén.
Derechos de Autor de John B. Woodward, 2010. Se concede permiso para reimprimir (con crédito) para uso no comercial. Citas de la Biblia fueron tomadas de la versión RVR 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. Traducción de J A Toranzo.