Un Cuadro del Discipulado, Segunda Parte

Hemos estado comparando el proceso de discipular a otra persona con el cuadro enmarcado de un discípulo. El semblante del sujeto del cuadro simboliza el Espíritu de Cristo – el que da poder y dirige la vida espiritual. Los lados del “marco” representan los cuatro elementos básicos que intervienen en la formación de los discípulos.

Lado 1. El discipulado requiere enseñanza.

Lado 2. El discipulado requiere relaciones amorosas.

Consideremos ahora

Lado 3. El hacer discípulos requiere PARTICIPACIÓN EN EL MINISTERIO.

El Señor Jesús dió participación a los discípulos en su ministerio público cuando envió a los Doce en un viaje de evangelización y curación (Lucas 9:1-10). También ayudaron en cuestiones prácticas como la distribución de alimentos durante la alimentación de los cinco mil. Más tarde los envió de nuevo: “Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.” (Lucas 10:1).

Cristo declaró que su misión era “buscar y salvar a los perdidos.” Cuando El llamó a Pedro al principio, le dió una visión del discipulado: “Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.” (Mateo 4:19). Después de Su resurrección, Cristo confirió Su misión a los apóstoles que había entrenado: “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.” (Juan 20:21). ¡Los discípulos eran siervos, no espectadores!

El veterano plantador de iglesias y misiólogo George Patterson, explica la función de rendición de cuentas y participación en el ministerio en su estrategia de liderazgo en la formación orientada a la obediencia. Ha sido muy fructífero en América Central. “Tanto las instituciones de estudios teológicos residentes como aquellas de estudios por extensión deben verificar el progreso de cada estudiante en sus actividades prácticas. Una lista de control o registro de su progreso debe mostrar cada actividad que tiene que llevar a cabo para levantar una iglesia, edificar sus miembros y hacer frente a los problemas que cada pastor enfrenta. Este registro no es simplemente una lista de habilidades pastorales, sino que es una guía para ayudar a una congregación a crecer. Nuestro objetivo es edificar una iglesia. El registro, o lista de control, presenta la historia de una iglesia proyectada a medida que crece desde la infancia hasta la madurez. Menciona las actividades de la congregación – deberes de los padres, diáconos, maestros de la Biblia, los servicios para ocasiones especiales, las visitas hechas por la congregación, proyectos misioneros, y el desarrollo comunitario.” [1]

No puedo dejar de notar cómo esta estrategia de formación difiere de la tradicional; de la manera académica e institucionalizada por medio de la cual la mayoría de los pastores tratan de prepararse para el liderazgo de la iglesia.

Es apropiado que los pastores equipen a todo el pueblo de Dios para el ministerio estratégico (Ef. 4:12), “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” (1 Pedro 2:9). Esto nos lleva al último “lado” del marco del cuadro.

Lado 4. El discipulado requiere la rendición de cuentas.

Gran parte de nuestros centros de educación cristiana se concentran solo en la enseñanza. Sin relaciones amorosas esta enseñanza estaría fuera de contexto, ya que deja de lado la demostración de amor al prójimo – ¡en este caso, los estudiantes!

Cuando los apóstoles informaron a Jesús después de su gira de predicación, El fue capaz de corregir sus prioridades: “Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” (Lucas 10:17-20).

Los ministerios organizados por lo general carecen del papel de la rendición de cuentas. Tal vez el maestro piense que sería pedir demasiado a los estudiantes. Quizás los estudiantes se sienten incómodos con la idea de que puedan ser llamados a declarar de la manera en que aplican – o no – La Palabra de Dios.

En su libro, El Pastor Que Hace Discípulos, Bill Hull pone de relieve la necesidad de la responsabilidad personal: “¿Qué estudiante aprende sin exámenes? ¿Qué trabajo será acabado sin plazos? ¿Cuántos adolescentes limpiarían sus dormitorios sin las amenazas de sus padres? ¿Por qué cambia el comportamiento del estudiante cuando la maestra sale de la habitación, del atleta cuando el entrenador se va del campo, y el de los hijos cuando el padre se va de la casa? La respuesta es simple: así es la naturaleza humana. Los reportes escritos, las tarjetas de informes, las figuras de autoridad y los sistemas, son esenciales para el buen rendimiento humano. Aquellos que se niegan a respetar la autoridad espiritual cuando lo necesitan, están condenados a la mediocridad espiritual.” [2]

Estoy muy a gusto con la rendición de cuentas cuando es algo negociado. Si el discípulo está de acuerdo en ciertas tareas como la de memorizar la Biblia o visitar a los confinados, acogerá gustosamente el incremento en incentivo que resulta de la rendición de cuentas. Cuando se ha llegado a un acuerdo sobre las metas bíblicas, el valor de la amistad y la enseñanza se multiplica.

Nuestra responsabilidad final como creyentes anticipa el regreso de Cristo: “Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo…” (2 Cor. 5:10). (Este juicio frente al trono de Cristo no determina nuestro destino, pero el grado de recompensas.) Si deseamos maximizar nuestras oportunidades en esta vida, ¿por qué no recibir la rendición de cuentas espirituales con una anticipación gozosa?

La Gran Comisión de Cristo no es sólo enseñar, sino “enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado.”

La salvación de los perdidos es solo el primer paso – no el único paso – en el proceso del discipulado. Después del nacimiento espiritual debe venir el crecimiento espiritual (Cf. 1 Pedro 2:2).

Apliquemos ahora estos principios. ¿Cuáles son los ejemplos de discipulado que posiblemente incluyan estos elementos de la forma mas natural? Para comenzar, tenga en cuenta estos dos métodos.

A. Un discipulado individual (Uno a uno).

Este método es conocido en nuestros días como el método de “mentores”. Este método de discipulado de “uno a uno” debe proporcionar una relación de amor como puente para el proceso de aprendizaje. El carácter personal de esta amistad permite la rendición de cuentas que sea relevante sin ser intimidante. Este proceso debe incluir lecciones bíblicas prácticas que hacen hincapié en la gracia de Dios y la verdad en Cristo. Si el discípulo está preparado para reproducir este proceso con otro creyente, esto incluye la participación en el ministerio.

Pablo modeló este papel con Timoteo: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.” (2 Tim. 2:2).

B. Pequeños grupos

Dado que el Señor Jesús enseñó a los discípulos como un pequeño equipo de doce personas, seria una mala practica pasar por alto el valor de un pequeño grupo para hacer discípulos de una forma efectiva. A medida que el líder permanece en Cristo y los participantes expresan el amor de Cristo, el estudio de la Biblia edifica a los miembros del grupo. Mientras demuestran la voluntad de Dios el uno al otro y llevan el evangelio a la comunidad, el grupo funciona como un equipo ministerial. Con tales expresiones de la vida de Cristo dispersas a través de la comunidad, los incrédulos pueden echar un vistazo al amor de Dios en acción. [3]

Querido lector, si conoces a Cristo, ¿cómo te involucras en la obra de hacer discípulos? Por ejemplo, si estás criando niños en la “disciplina y amonestación del Señor,” ¿estás haciendo discípulos de ellos? (Efesios 6:4). Si es así, ¿Qué lugar tienen las enseñanzas, el amor, el ministerio de la participación, y la rendición de cuentas en sus vidas?

Si estás involucrado en una tutoría o un grupo pequeño, ¡maravilloso! ¿Estás incluyendo entre tus prioridades el enseñar los cuatro “lados” del cuadro? ¿Está la gracia de Cristo y Su presencia permanente ayudando y motivando tu ministerio?

Que Dios multiplique nuestro gozo al ver a los discípulos que andan en la verdad.


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Notas de Gracia octubre 18, 2002, Vol. 5, # 37

[1] George Patterson, Educación Orientada a la Obediencia. Disponible en línea en http://www.CrossSpot.com/opt. También mencionó, “El maestro de las clases de lecciones prácticas comparte la responsabilidad por el ministerio efectivo semanal de su estudiante. Si su estudiante fracasa, fracasa, si su estudiante tiene éxito, lo consigue. La prueba final de una enseñanza eficaz es el crecimiento espontáneo y el desarrollo de la congregación del estudiante. El progreso del estudiante se mide principalmente por los resultados de las actividades en que la iglesia le ha hecho responsable.”

[2] Bill Hull, El Pastor Que hace Discípulos (Fleming H. Revell). p. 116. Hull también observó: “La obediencia a la Gran Comisión gira en torno a tres puntos centrales: un plan intencional que define y forma a los discípulos, un compromiso para la reproducción basado en una formación en la evangelización con la responsabilidad de la rendición de cuentas, y el compromiso de la multiplicación por medio de una formación especial a fin de producir lideres que hagan discípulos” p. 54.

[3] Si usted está buscando herramientas para su uso con estas estrategias de discipulado, recomiendo IGLESIAS DINAMICAS INTL http://www.DynamicChurches.org. Su manual para la vida dinámica está diseñado para una reproducción de discípulos centrada en Cristo. También tienen libros para capacitar a los líderes de los grupos celulares y los aprendices. Véase también www.ChurchDynamics.org Sus Cuatro Lección de Seguimiento y El Hacer Discípulos de Uno a Uno son muy fácil de usar. Para la formación de grupos pequeños, Al Broom escribió el manual de Atención a los Círculos. Ver http://multimin.com/product.asp.

En G.F.I. (www.gracefellowshipinternational.com) publicamos el curso Haciendo Discípulos Mediante la Gracia por el Dr. Lee Turner (básico y avanzado). Es ideal para grupos pequeños y también se puede utilizar en las tutorías.

Doy las gracias a uno de mis mentores, Rick Polson, por introducirme al discipulado como un ministerio basado el las enseñanzas y relaciónes de amor, y la introducción al enfoque sobre la plantación de iglesias de George Patterson.

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Derechos de Autor de John B. Woodward, 2010. Se concede permiso para reimprimir (con crédito) para uso no comercial. Citas de la Biblia fueron tomadas de la versión RVR 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. Traducción de J A Toranzo.

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