NOTAS DE GRACIA: Desobstruyendo Los Manantiales
Una de las vivas metáforas que el Señor Jesús utilizaba para describir la vida abundante era la de los “ríos de agua viva.”En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.” (Juan 7:37-39). Aunque el Espíritu Santo estaba “con” los discípulos, en Pentecostés Él estaría “en” ellos, bautizando a los creyentes en el Cuerpo de Cristo (Juan 14:17).
Recuerdo hacer un viaje cuando era un muchacho con mi abuelo Young. Fuimos a dar un paseo en las montañas Blue Ridge de Georgia. Cuando llegamos a un punto determinado, apagamos el motor del coche. Nos bajamos y nos acercamos a un manantial que se encontraba en la ladera de una colina. Disfrutamos de una bebida refrescante. ¡Qué delicia! Luego llenamos un botellón con aquella deliciosa agua para llevarla a casa. (Esto fue alrededor de 1962 – ¡mucho antes de que se popularizara la compra de agua de manantial embotellada!)
Esto me recuerda a 2 Crónicas 32. El pueblo de Judá estaba siendo amenazado por el ejército invasor de Asiria. (Esta invasión dispersó las tribus del norte de Israel en el 722 a. C.). Como una táctica defensiva, el rey Ezequías, del sureño reino de Judá “tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.” (V.3-5). Debido a las condiciones áridas de la tierra, el suministro de agua era de importancia fundamental para un ejército invasor.
Lo que no se incluye en este relato es que los obreros de Ezequías llevaron a cabo una gran obra de ingeniería. Cavaron un túnel desde el arroyo de Guijón (que suministra a Jerusalén con agua fresca) y lo llevaron a través del subsuelo hasta un estanque en las partes superiores de las murallas de la Ciudad de David. ¡Mientras que los soldados enemigos se quedarían sin agua, los habitantes de Jerusalén tendrían mucha agua para beber!
Muchos años después en 1880, este túnel fue descubierto. Una inscripción en su interior pone de manifiesto la dificultad de este proyecto: “Ha sido cortado de la siguiente manera… hachas, cada uno hacia su compañero, y mientras todavía quedaban tres codos por cortar, la voz de un hombre se escuchaba llamando a su compañero, demostrando que se estaba desviando hacia la derecha. Cuando el túnel fue concluido, los excavadores se reunieron hombres frente a hombres, hacha frente a hacha, y el agua fluyó por 1.200 codos [1.800 pies], desde el manantial hasta el depósito. La altura de la roca sobre la cabeza de los excavadores era de 100 codos [150′]” ¡Increíble! [1] Los trabajadores superaron muchísimos problemas para garantizar un suministro continuo y seguro de agua.
La comparación con la vida cristiana es significativa. Dios ha tomado muchas exitosas medidas para asegurar el suministro continuo de “ríos de agua viva” a los creyentes.” El cristiano debe tener el suministro de GRACIA para vivir de acuerdo a la forma en que él está llamado a vivir. El Señor nos promete:”Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” (Santiago 4:6).
Pero, por desgracia, muchas veces los “manantiales” están obstruidos, como en el caso de los conductos fuera de las murallas de Jerusalén. Aunque el Espíritu Santo nos sella y nos da poder en Cristo, muchas veces Su ministerio en nuestras vidas es entorpecido. ¿Qué causa esta situación de “obstrucción”?
En primer lugar, nuestros manantiales pueden estar bloqueados por nuestros PECADOS contra el Señor. Ya que el Espíritu de Dios es una PERSONA, El puede ser entristecido: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Efesios 4:30). Por ejemplo, si el esposo cristiano no trata a su esposa amablemente, sus oraciones serán obstaculizadas (1 Ped. 3:7). Parece seguro asumir que este principio relacional se aplica también a la esposa. Del mismo modo, según el Espíritu nos impulsa a hacer Su voluntad hemos de cooperar con Él, no sea que se apague:”No apaguéis al Espíritu.” (1 Tes. 5:16-19). El aceptar (arrepentimiento) y confesar nuestros pecados conocidos restaura nuestra comunión sin obstáculos con la fuente de la gracia (1 Juan 1:9; Rev.2: 5). [2]
En segundo lugar, podemos “obstruir nuestros manantiales” a través de la INCREDULIDAD. ¡Qué fácil es ver a Dios, a los demás, y a nosotros mismos, a través del lente de las circunstancias, los sentimientos y las opiniones! En su lugar, tenemos que renovar nuestras mentes con La Palabra de Dios. En vez de considerarnos a nosotros mismos “según la carne” (2 Cor. 5:16), tenemos que vernos a nosotros mismos “EN CRISTO”. Esta posición gloriosa nos ha bendecido con toda bendición espiritual en Él (Ef. 1:3). ¡Como creyente, eres hijo de Dios, una nueva creación, templo del Espíritu Santo, y santo! (Juan 1:12, 2 Cor. 5:17; 1 Cor. 6:19; 1 Cor. 1:2). Cuando le tomamos Su palabra a Dios y caminamos en la fe, nuestros valores, actitudes, palabras y acciones tienden a reflejar nuestra identidad espiritual.
Ruth Paxson escribió acerca de la importancia de nuestra posición en Cristo: “El estar ‘en Cristo’ es compartir lo que Cristo tiene. Todo lo que Cristo posee, nosotros lo poseemos. Toda bendición espiritual en El – el gozo, la paz, la victoria, el poder, la santidad, -es nuestra aquí y ahora. Si eres un hijo de Dios, entonces nosotros somos sus herederos y coherederos con Cristo, por lo tanto, todo lo que el Padre ha dado al Hijo, el Hijo lo comparte con nosotros… ¿Crees que eres un millonario espiritual? ¿Estás viviendo como tal? … La mayoría de nosotros vivimos como indigentes espirituales… Ser cristiano es tener a Cristo como la vida de nuestras mentes, de nuestros corazones, y de nuestras voluntades de manera que es El quien piensa a través de nuestras mentes, ama a través de nuestros corazones y quiere a través de nuestra voluntad. Es tener a Cristo llenando nuestra vida de forma cada vez mayor hasta que no tengamos vida fuera de El. ¿Te llena de tal forma?” [3]
¡Cristo es nuestra fuente de vida espiritual!
En tercer lugar, también sería conveniente evitar la obstrucción de la FALTA DE ORACION. Ya que Cristo vive en nosotros y nos dio el modelo de una vida de plenitud espiritual, debemos valorar su ejemplo. Jesús dependía totalmente del Padre para vivir en El y a través de El. De igual manera, debemos depender totalmente de Cristo, por medio del Espiritu Santo, para vivir Su vida en y a través de nosotros (Juan 5:19; Gal. 2:20). Como hombre perfecto, el Señor Jesús demostró la forma en que la oración expresa plena confianza y comunión sin obstáculos con el Padre. Por ejemplo, Cristo oró en su bautismo (Lucas 3:21), antes de elegir a los doce apóstoles (una intercesión que duró toda una noche – Lucas 6:12), cuando la multitud trató de obligarlo a ser un rey político (Juan 6:15), la noche antes del Calvario (Juan 17), e incluso en la cruz (Lucas 23:34,46). Si el Hijo sin pecados de Dios necesitaba la comunicación verbal continua con el Padre, ¿cuánto más estamos en necesidad de estar “comunicados” espiritualmente con el Padre? Pablo nos instruye, “Orad sin cesar” (1 Tes. 5:17).
Cuando el Señor nos convence de que nuestro acceso a las aguas de SU GRACIA esta “bloqueado” u “obstruido”, debemos llevar estas cuestiones a la Cruz. Entonces encontraremos que el suministro de “agua viva” es más que suficiente para las dificultades de la vida.
Ruth Paxson dio este ejemplo de como confiar en Cristo como nuestra fuente de vida: “Durante varias semanas viví en la casa de huéspedes de una pequeña mujer que pesaba sólo ochenta y cinco libras. Lo único que la mantenía en pie era un aparato ortopédico que llevaba en sus espaldas. Ella había vivido en el tercer piso de su casa por dos años y lo único que podía ver era el cielo azul arriba y un parche de hierba verde unos pocos metros en el patio abajo. Pero sus ojos brillaban como estrellas. Llevaba sobre su rostro una sonrisa que la aflicción y las adversidades que sufría no podían disipar, y reflejado en su rostro había un resplandor que nunca se ve en la tierra o el mar, excepto cuando la luz del mundo habita en el brillo inagotable. Cristo era la vida de su vida”. [4]
Se escribe de la dignidad del Monte Sion: “Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti.” (Salmo 87:7). ¡Cuánto más puede el que está habitado por el Espíritu Santo encontrar continuos recursos de la gracia!:
“Será como árbol
plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.” (Salmo 1:3).
¿Están “todos tus manantiales” en Dios? Entonces, vive como un vaso de agua viva por el poder del Espíritu Santo.
[1] El Nuevo Diccionario Bíblico, s.v. “Siloé”. (Codo = aproximadamente 18 pulgadas)
[2] 1 Juan 1:9 describe al creyente que reconoce voluntariamente su pecado cuando lo confiesa. Esta confesión no es una petición de perdón, lo cual tuvo lugar una vez por todas en el momento de la salvación, basado en la obra terminada de Cristo (Hebreos 10:10; Col. 2:13,14). Para un estudio más detallado, véase “El Confesión de Pecados del Cristiano” en GraceNotebook.com / Aclaraciones.
[3] Paxson Ruth, “Ríos de Agua Viva”, p. 63-65.
[4] Ibíd., P. 69.
“Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.” (Isaías 12:3).
Derechos de Autor de John B. Woodward, 2010. Se concede permiso para reimprimir (con crédito) para uso no comercial. Citas de la Biblia fueron tomadas de la versión RVR 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. Traducción de J A Toranzo.