NOTAS DE GRACIA
Mientras navegaba un ejemplar electrónico de la revista Web MD, me encontré con un artículo sobre La Terapia de la Esperanza. Se basaba en un ensayo clínico con 32 personas que se reunieron dos horas a la semana durante ocho semanas. Los estudiantes de doctorado que llevaron a cabo el programa midieron algunas mejoras en la autoestima y sentido de importancia de los participantes, mientras que la ansiedad y algunos síntomas de depresión disminuyeron. Los componentes de la llamada terapia “de la esperanza” que enseñaban incluyeron la necesidad de metas, planes para alcanzarlas, y charlas positivas consigo mismos. En comparación con la psicoterapia que se centra hacia el pasado y hacia adentro, la “terapia de la esperanza” pretende edificar sobre los aspectos fuertes del individuo y mira hacia el futuro. [1]
Teniendo en cuenta lo penetrante que los problemas mentales y emocionales son en nuestros días, no es de extrañar que el valor de la esperanza esté siendo redescubierto. Datos de salud mental señalan que 19,1 millones de adultos en los Estados Unidos sufren de trastornos de ansiedad y 18,8 millones sufren de trastornos depresivos. [2] La antigua sabiduría nos enseña que “La esperanza que se demora es tormento del corazón…” (Proverbios 13:12a).
Lamentablemente, los programas seculares de tratamiento son limitados debido a su abandono de los recursos espirituales que Dios diseñó para nuestras vidas. Autoestimas positivas, metas, y planes pueden ayudar a motivar y animar a la gente, pero estas técnicas están limitadas por la fragilidad de la vida aparte de comunión con Dios.
El académico británico GK Chesterton, observó que la verdadera esperanza tiene el poder de darnos habilidades para prosperar en tiempos difíciles:”La esperanza significa esperar resultados positivos cuando las cosas no parecen tener remedio, o deja de ser una virtud… Mientras que existan esperanzas lógicas alrededor de nuestros problemas, la esperanza es mera adulación o declaraciones vacías de contenido real, es sólo cuando no hay esperanza que la esperanza empieza a ser una fuerza. “[3] El creyente nacido de nuevo en Cristo puede acogerse a recursos sobrenaturales que le dan una base sólida para la esperanza. Piensa nuevamente en las palabras que ya leímos en el libro de Proverbios:”La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido.”
¿Cuál es la base para la esperanza viva del cristiano?
1. La esperanza del creyente se basa en las promesas de la Palabra de Dios: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.” (Romanos 15:4) “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, ” (Tito 1:2).
2. La esperanza del creyente se basa en la resurrección corporal de Cristo: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” (1 Pedro 1:3-5).
3. La esperanza del creyente se basa en el ministerio del Espíritu Santo: “Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanzade la justicia;” (Gálatas 5:5). “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” (Rom. 15:13).
4. La esperanza del creyente brota de la vida de Cristo que mora en él:”a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,” (Col. 1:27). “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos [de nuestra propia vida] por su vida.” (Romanos 5:10).
¡ Qué trágico que la persona perdida no tiene una esperanza válida para la vida después de la muerte (Efesios 2:12)! Ya Dios ha hecho provisión para salvación a través del Señor Jesús a todos los que confiesan su necesidad y le reciben por la fe como Salvador (Rom. 5:1; 10:9-13). La invitación se proclama hoy: “…Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” (Apocalipsis 22:17).
A medida que permanecemos en Cristo, la verdadera esperanza es como un “yelmo de la salvación” y un ancla para el alma (Hebreos 6:19; 1 Tes. 5:8). ¡La provisión de Dios para el futuro te da seguridad y estabilidad!
Nuestro Pan Diario da un ejemplo conmovedor de la importancia de la esperanza. “Durante la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII, el alemán Paul Gerhardt, pastor, y su familia fueron obligados a huir de su casa. Una noche, habiéndose hospedado en una posada del pequeño pueblo, sin hogar y con miedo, su mujer se echó a llorar abiertamente en desesperación. Para consolarla, Gerhardt le recordó las promesas de Dios en Las Escrituras que prometen suministro y mantenimiento. A continuación, salió al jardín para estar a solas, y también se desplomó y lloró. Sentía que había llegado a su hora más oscura. Poco después, Gerhardt sentía el peso levantado y sintió de nuevo la presencia del Señor. Tomando la pluma, escribió un himno que ha traído consuelo a muchos:
“Da a los vientos tus temores, ten esperanza, y se impávido,
Dios escucha tus suspiros y cuenta tus lágrimas, Dios alzará tu cabeza.
A través de las olas y las nubes y las tormentas, suavemente abre el camino.
Espera Su tiempo, así terminará la noche prontamente frente a un día alegre.” [4]
Al entrar en las incertidumbres del nuevo año, busca refugio en tu relación basada en la gracia con Dios en Cristo. Por la fe, pon tu mente en la fidelidad de Dios y Sus promesas.
“Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.” (2 Tes. 2:16, 17).
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[1] Colihan Kelly, ¿Ayuda a La Depresión La Terapia de La Esperanza? WebMD Noticias de Salud. Revisado por Louise Chang, MD 18 de agosto 2008. En línea en www.webmd.com
[2] http://www.upliftprogram.com/depression_stats.html
http://anxiety.emedtv.com/anxiety-disorder/anxiety-disorder-statistics.html
[3] G.K. Chesterton, [citado en] Señales de los Tiempos, abril de 1993, p. 6.
[4] Nuestro Pan Diario. 7/7/1992. www.rbc.org , vía www.sermonillustrations.com
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Derechos de Autor de John B. Woodward, 2010. Se concede permiso para reimprimir (con crédito) para uso no comercial. Citas de la Biblia fueron tomadas de la versión RVR 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. Traducción de J A Toranzo.